El uso excesivo de los celulares es una condición que genera riesgos a corto o largo plazo y esto puede causar problemas en el cerebro de los pequeños. Durante la última década, se han realizado estudios referente a los efectos negativos que provoca el uso de los celulares, sobre todo si éstos son utilizados por los niños. Se estima que el manejo de celulares, sobre todo en los menores, es perjudicial. Un estudio del Consejo Nacional de Protección Radiológica en Gran Bretaña arrojo que los niños menores de 8 años de edad , nunca deberían usar celulares. Y los que están entre 9 y 14 años, deben restringir su uso al mínimo y sustituir buena parte de las llamadas por el envío de mensajes de texto. Las razones son muchas, y son muy claras, el cráneo de los niños no es suficientemente grueso, su sistema nervioso no está totalmente desarrollado y la radiación penetra con más fuerza en sus cerebros. Esta debe ser una razón de fuerza mayor para que los padres de familia analicen qué tan provechoso es comprar estos aparatos a sus hijos pequeños, ya que los daños en su salud podrían afectarles negativamente a corto o largo plazo. Mas allá de los efectos negativos en el cerebro de los niños, el doctor Luis Enrique Aguerrevere, psicólogo clínico; manifiesta que lo que es realmente perjudicial es el excesivo uso de las tecnologías, en especial la de los celulares; anteponiendo esta actividad a muchas otras que el niño puede aprovechar para su desarrollo y crecimiento, aún más cuando los niños a partir de los 6 años es cuando comienzan a escribir y leer con perfección. Es común ver que los padres compren celulares a los niños como una petición que los pequenos realizan al ver a compañeros del colegio o vecicinos usar alguno. Sin embargo, agrega Aguerrevere " No es malo que el niño tenga un teléfono celular, lo malo es el prolongado uso que se le da al instrumento, porque no debe verse como más que eso, un instrumento que ayuda a comunicarse, pero que no se debe depender del mismo. Decenas de estudios han demostrado que el uso de estos teléfonos puede afectar las funciones cerebrales y una investigación europea indicó que la radiación puede causar daños en el ADN.